Huellas

Volví a caminar por los senderos de mi infancia. Con alegría descubrí que algunas huellas todavía estaban frescas. En cada recodo, un árbol seco; en la gruta del tesoro, hay un “bay biscui”t. Debajo de cada piedra una señal de orientación. La brisa olía igual que el viento en la cara de aquellos viajes en la vieja camioneta. Las hojas, a mis pies, crujían la misma música que mis primeras notas de guitarra. Se voló un hornero llevándose mi mirada, que ya no volvió. Las agujas de pino alfombraban el camino marrón de mi país de ensueño. Un charco me devolvió la sensación de la primera pasión. Zapatillas al hombro, pies y barro son amigos naturales de una niñez humilde Sigo andando, y, de tanto en tanto, voy hallando huellas frescas que oxigenan y descansan una sangre adulterada por los años y la vulgaridad... "Huellas" en la voz de Alfredo Escudero