Caminando por la pista

Un momento en la noche. El croar de las ranas se parece bastante al ralentí de viejos motores radiales que se quedaron resonando entre los pastizales. 

Las pisadas de los hombres rompen ese otro silencio que se entremezcla con las risas de cuentos fantasmales y bromas pesadas. El perfume de la menta se acomoda al espectáculo indomable de las estrellas. 
Lo oscuro se ilumina en un ladrido que reclama el regreso a los hangares. Un ADF sonoro para orientarse. 

Ya no hay luna, no hace falta. Estos muchachitos saben que la penumbra es un buen lugar para volver a la adolescencia en lo que dura un recorrido por la pista. Mañana volverán, a la luz del día, a sus respectivos tiempos. Un presente maravilloso, construido a costas de honrar sus sueños.

Comentarios

  1. Al desvelo de mi sueño, despierto leyendo tu relato y quedo girando en un flash, en cada palabra, tu descripción mas justa a un ritual atemporal que nos permite salirnos mas allá de nuestros propios cuerpos y reencontrarnos con nosotros de verdad. Gracias Dany, por iluminar con tu lírica nuestros momentos simples haciéndolos inmensos y para siempre, Gracias, Abrazo, fer.-

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Uno de los nuestros ha llegado

Trompos, más allá del horizonte.

Lectura e imaginación