La guitarra del flaco
Estábamos en
Sorteando algunas vallas y advertencias de seguridad, nos inmiscuimos en el área restringida que guardaba celosamente imágenes y objetos de culto pertenecientes al Flaco.
De pronto me encontré frente a una vitrina de cristal que protegía
una guitarra acústica de caja ancha y
formato clásico. ¿Qué era? ¿Una Dove, una Hummingbird?. Sin duda una de
las piezas más valiosas de
De pronto una mano en mi hombro me despertó del letargo hipnótico y, por un momento tuve la certeza que la excursión prohibida había llegado a su fin. El guardia de seguridad, pensé, me descubrió y me va a sacar “carpiendo” como correspondía ante tal trasgresión. Esperaba la reprimenda sin voltear la mirada, como queriendo llevarme en la retina aquella viola. Pero la voz que portaba la mano sobre mi hombro resultó ser la sabia y amigable voz de Aníbal Forcada, mi secuaz en aquella incursión: - “Esa es la viola con la que grabó Artaud”. Lo dijo en el volumen mas bajo que se podía decir un mantra. Si no queríamos que nos descubrieran en aquella recorrida furtiva debíamos mantener la misma discreción que observamos desde que movimos un par de mamparas para entrar en la penumbra de aquella sala. Nos quedamos en silencio. Yo sumé las emociones de estar en situación marginal, a la de contemplar un instrumento cuasi religioso y la de tener a mi lado a un amigo que sabe el lado B de cada historia del Rock Argentino.
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