WISKY ROMEO ZULÚ Mucho mas que una “peli” de aviones

 

Artículo sobre la Película entrevistando a su Director, Enrique Piñeyro para Visión Noticias. (En la transcripción de la nota dejé los comentarios que usábamos para la diagramación y la imprenta)

Una charla a fondo con Enrique Piñeyro, actor y director del film que arrasa la taquilla con fuertes denuncias sobre el mundo de la aviación comercial y los serios problemas de seguridad y corrupción que lo rodean.


VN: ¿Había antes de WRZ una película de aviones en tu cabeza, o la tragedia precipitó la idea? (en referencia al accidente de LAPA ocurrido el 31 de agosto de 1999 en el que murieron 67 personas a consecuencia de accidente con uno de los aviones de la empresa en aeroparque)

EP: No, no había. Y ni siquiera el accidente lo precipitó. Incluso el guión fue registrado el 31 de agosto del 2000, sin darme cuenta, a un año exacto después del accidente. Cuando salí del lugar caí en esa coincidencia.

VN: Antes de eso no habías pensado en volcar al cine lo que fue tu vocación aeronáutica...

EP: No, para nada.

VN: ¿Y como se precipitaron las cosas?, ya que ese guión se transformó en una película en muy poco tiempo. ..

EP: Si, la película estuvo terminada para el BAFICI (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente) de 2004, y sin razones concretas la exhibición en las salas se demoró hasta abril de 2005.

Fecha a partir de la cual se transformó en un éxito que acaparó la curiosidad de algunos y la sorpresa de los mas descreídos, tanto en la temática como en la denuncia en la que se centraliza el film. En menos de un mes superó los cien mil espectadores.

VN:¿Tuviste que esperar el reconocimiento externo para que te aceptaran la exhibición en las salas de buenos Aires?

EP: No, no hubo una demora identificable ni “un porqué” no se pasó antes acá, pero sin duda los premios internacionales ayudan mucho. De hecho en Francia se compró antes que acá, garantizando la distribución antes que en la Argentina.

VN:¿Interesa en un lugar como Francia la temática de tu película?

EP: Yo creo que interesa en todo el mundo, yo vi las reacciones en mas de 15 países del mundo y capta el interés en todos lados, con las diferencias de percepción propias de cada lugar. En todo el mundo existe ese resquemor a volar y en todo el mundo se preguntan “¿Que estará pasando detrás de esa puerta?” “¿Quién lo controla?”

VN: ¿Cómo han recepcionado tus colegas del mundo aeronáutico la película y como es tu relación con ese medio actualmente?

EP: En ese ámbito esta muy bien mi relación. En breve tengo una proyección en la Asociación Argentina de Pilotos con posterior debate y lo mismo en Paraguay auspiciado por una línea aérea. Creo de la comunidad aeronáutica fueron todos a verla.

VN: Alguna vez, cuando comenzó a difundirse el contenido de tu película, y sufriste el atentado en tus oficinas ¿Tuviste miedo?¿Pensaste en abandonar el proyecto?

EP: No, jamás lo pensé y, la verdad, no tuve miedo. Me pareció tan disparatado todo que no daba ni para tener miedo. Tuve la clara sensación de que no iba a pasar de una “apretada”. Me pusieron un arma en la cabeza y me dijeron que estaba haciendo las cosas mal... Sentí que no pasaba de ahí.

VN: Ahora si, pensando en las cosas que pasaban en la película... ¿Realmente es así como se muestran, los actos de violencia, los atentados que sufre el fiscal?.

EP: Es todo real. De hecho en la parte aeronáutica sacrifiqué crudeza en aras de la verosimilitud, por que si no, no me hubieran creído. Los hechos mafiosos que se muestran en la película se basan en los sucesos reales.

VN:¿Que apareció primero en tu vida, la aeronáutica o la medicina?

EP: A los tres años yo sabía perfectamente la diferencia entre un Boeing 707 y un DC 8, que son casi iguales. Después en términos de ponerme a estudiar, estudié primero medicina y mas tarde empecé a volar, cuando ya estaba en 4to. año de medicina y entré en LAPA cuando ya era médico hacia un par de años. En términos de apasionamiento laboral pudo las la aviación.

VN: ¿Cual fue tu primer contacto con la aviación?

EP: A los dos o tres años tengo lo primeros recuerdos. El porqué no lo sé, ya que no tengo antecesores directos ni parientes o amigos que se dedicaran a esto, pero quedé totalmente fijado con los aviones. Hasta que de grande me inicié en una escuela de vuelo privada, hice mis horas como piloto, trabajé como instructor y así...

VN: ¿Y el primer contacto con la medicina?

EP: Cuando terminé el colegio me fui a Formosa, a una reserva de Matacos y, la verdad, quede muy impactado con las condiciones de vida que había allí. Ahí fue donde se me planteó que la medicina o la educación deberían ser profesiones absolutamente esenciales. En un adolescente de 17 años esas cosas impactan mucho y sin duda tuvo mucho que ver con que me pusiera a estudiar medicina.

VN: ¿Hubo mucha dificultad para hacer todas esas tomas de estos aviones que aparecen en la película? No ha de haber sido fácil...

EP: Mi abogado me dijo que cuando me hagan esta pregunta ponga la siguiente expresión facial... ( y, apelando a su oficio de actor pone cara de inocente que no sabe nada del tema requerido). Pero lo que si te puedo decir es que la película se transforma en la prueba viviente de que el sistema no funciona, por que sino explicame como puedo hacer todas esas tomas, adentro de un aeropuerto, con una actriz como Mercedes Morán y un equipo de muchas personas y no pedí ni un solo permiso para eso.

VN: ¿Cómo te conectaste con el cine?

EP: Cuando empecé a tener problemas en LAPA, empecé a darme cuenta que tenía que re barajar y dar de nuevo. Tenía que irme del país para volver a volar o retomar la medicina, cosa que probablemente voy a ser cuando sea grande. Es un trabajo para gente madura y grande, no para un adolescente tardío como yo. Otra era retomar la actuación. Yo había estudiado tres años con Lito Cruz, y me había pasado todo el secundario haciendo teatro. En primer año crucé el escenario con una bandeja y en quinto hice el protagónico. Así que continué repitiendo las etapas: De chico me volvía loco con los aviones, jamás se me paso eso; en la adolescencia hice mucho teatro, cuando salí de allí estudié medicina, profesionalmente empecé como piloto, después seguí actuando y fue cuando entré en “Garaje Olimpo” que empezó todo esto (lo del cine). Probablemente cuando sea grande vuelva a la medicina.

Recorriendo sus actividades mas reconfortantes, Piñeyro se remite a aquello que nunca abandonó en los últimos treinta años: su pasión por la cocina que, según dice es lo que mejor hace y en lo que realmente tiene experiencia. Por otra parte este multifacético cocinero se niega a ver como un trabajo a sus principales pasiones: “Conozco sólo dos formas de ganar dinero sin trabajar: Una es ser piloto y la otra es ser actor, ya que esto reproduce lo que yo hacía en mi infancia. Yo jugaba con avioncitos todo el día. Me fascinaba esa escena del avión llegando a la plataforma y los autitos acercándose, el ruido de los motores y todos alrededor.. parecía que el avión tenía un poder de convocatoria bestial... y un buen día me encontré ahí sentado mirando todos esos autitos con los que yo jugaba desde la cabina de un avión real. Y me dí cuenta que, en el fondo, uno de chico se prefigura el mundo en el que va a vivir y suavemente pasa a sentarse adentro de ese avión con el que jugaba y pasa a volarlos en lugar de jugar con ellos. Lo mismo pasa con la actuación, cuando se tienen siete u ocho años uno juega a los cow boys y dispara y se muere.. En el cine es igual, solo que con mucho mas producción que cuando yo jugaba a los ocho años, pero en el fondo no es una actividad muy distinta. Entonces digo... que te paguen para seguir jugando...”

VN: ¿Te imaginaste cuando empezabas como actor novel que ibas a compartir cartel y hasta dirigir a semejantes figuras?

EP: No jamás me imaginé que iba a estar con esos actores, ni Alterio, ni Imanol Arias, ni Carol Bouquet, pero ahí están.

VN: ¿Te costó mucho dirigir, en WRZ, a los actores en un rubro tan especifico como el mundo de los pilotos?

EP: No, se trata de un rubro en el que yo tengo autoridad y conocimiento y además, normalmente entre el actor y el director se abre una discusión creativa para componer los personajes. Pero en esto yo sé como es cada movimiento. Los pilotos trabajaron mucho con los actores, para que entiendan el procedimiento de vuelo y que sea creíble, no como en las películas yankies, en las que la cabina parece un living, los pilotos nunca se sacan la gorra y las nubes son de hielo seco.

VN: Hay otros proyectos de tu productora, Aquafilms, en carpeta.

EP: Estamos estrenando en estos días “Cama Adentro”, la película de Alberto Gaggero con Norma Aleandro, que un poco cuenta la decadencia argentina y el vínculo entre las dos mujeres que protagonizan la historia.

Recuadro 2

Autor, actor y director

Un “nene bien de la zona norte” puede ser una definición vaga para alguien que ha transcurrido una vida por demás intensa, pero así es como se define a sí mismo este médico, que también es piloto de línea aérea y que, habiéndose desempeñado como comandante en la empresa LAPA entre 1988 y 1999, supo denunciar fallas de los sistemas de seguridad aérea y en el mantenimiento de las aeronaves, lo que le valió gran cantidad de presiones como piloto. Posteriormente, al trabajar en su película, fue objetivo de una serie de amenazas y atentados relacionados con su trabajo como cineasta a través del cual llevó al celuloide una serie de denuncias y casos de corrupción. Nada impidió que su verdad tomara formato cinematográfico de gran valor documental y artístico.

Investigador de accidentes de aviación, especializado en Medicina Aeronáutica, este polifacético hombre cuenta parte de su vida y de sus sueños en Wisky Romeo Zulú, una historia real que co protagoniza junto a Mercedes Morán, Alejandro Awada y Carlos Portaluppi y que, a lo largo de sus 105 minutos, van desgranando historias propias de la corruptela y la desidia imperante en la feroz carrera por ganar mercado que imperó en los noventa a costa de lo que fuese (aún si se tratare de vidas humanas). La misma historia que marcó a la sociedad que dejó pasar grandes desfalcos sociales solo por el “Y bueno... ¿Que querés? ...estamos en la Argentina”.

Recuadro 1

La película.

Wisky Romeo Zulú no es un capricho metafórico para titular de forma marketinera a una película y despertar así el interés del publico, sino que remite a la matricula del Boeing 737 de LAPA que el 31 de agosto de 1999 se incendió luego de impactar contra un terraplén en pleno centro de Buenos Aires, provocando la muerte de 67 personas. Dirigida e interpretada por un ex piloto de la misma empresa, la película maneja varios frentes de una compleja trama de complicidades entre la Fuerza Aérea y la empresa para soslayar los controles de seguridad a fin de obtener mayor beneficio económico en las operaciones.

Los sueños de infancia del protagonista (uno de los pilotos de la aerolínea) chocan contra una realidad muy distinta de la imaginada. Su conflicto permanente consiste en cómo hacer para respetar las reglamentaciones de seguridad y a la vez conservar su trabajo que peligra por las continuas presiones de sus superiores.

Un fiscal federal investiga a pesar de las continuas amenazas y ataques que recibe, convencido de que una tragedia de semejante magnitud no puede atribuirse únicamente al error de piloto. Logra por fin llevar a juicio penal a los máximos responsables de la empresa y de la autoridad aeronáutica, sentando un precedente único en la historia de la aviación comercial.

W R Z obtuvo importantes premios internacionales al Mejor director, Mejor Opera Prima, a la Diversidad Cultural, Premio del Público, Mejor Película, Mejor Actor Protagónico a Enrique Piñeyro, entre otros galardones en los distintos festivales en la que fue presentada.

Focalizador 1

Tuve la clara sensación de que no iba a pasar de una “apretada”. Me pusieron un arma en la cabeza y me dijeron que estaba haciendo las cosas mal... Sentí que no pasaba de ahí.

Focalizador 2

...en la parte aeronáutica sacrifiqué crudeza en aras de la verosimilitud, por que si no me hubieran creído

Focalizador 3

La película se transforma en la prueba viviente de que el sistema no funciona

Focalizador 4

en las películas yankies, en las que la cabina parece un living, los pilotos nunca se sacan la gorra y las nubes son de hielo seco.

 

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